jueves, 19 de enero de 2017

El crecimiento de las ciudades actuales y sus principales problemas

Una ciudad se caracteriza por su morfología, que hace referencia al aspecto externo ( a su vez influido por el emplazamiento, la situación y el plano), y la estructura urbana, que es la división de la ciudad en áreas con morfología y funciones características y particulares (casco antiguo, ensanche y periferia). En el caso de España debido al largo y complejo proceso de urbanización la estructura urbana es muy complicada.
Dicho esto, nos vamos a centrar en el crecimiento de las ciudades, que en algunos casos ha sido tal que se han conectado unos núcleos urbanos con otros, dando lugar a diversas tipologías.
El área metropolitana es la aglomeración urbana formada por una ciudad principal y por vaios municipios de su entorno, que mantienen importantes relaciones socioeconómicas. Las áreas metropolitanas españolas han tenido una evolución concreta. En la etapa industrial se crearon las principales áreas metropolitanas españolas. En el primer tercio del siglo XX, Madrid, Barcelona y Bilbao integraron administrativamente a municipios rurales próximos, y entre 160 y 1975 en el resto de las grandes ciudades españolas se formaron áreas metropolitanas. Éstas concentraron las principales actividades económicas y atrajeron a la población rural. Así en esta época, las áreas metropolitanas crecieron consdiderablemente.



Es evidente que la magnitud del crecimiento de las ciudades ha generado muchísimos problemas, cuyas soluciones dependen de la política urbanística de los ayuntamientos.
En primer lugar están los problemas derivados de la aglomeración y de la difusión de la urbanización. Trata de solucionarse difundiendo población, actividades y equipamientos hacia ciudades medias o hacia espacios rurales, y manteniendo así zonas agrarias y espacios verdes dedicados al ocio. El elevado precio de compra o alquiler de viviendas, se debe al alto precio del suelo motivado por la alta demanda y la especulación. Se trata de paliar con la construcción de viviendas protegidas y las ayudas al alquiler para ciertos grupos sociales. La necesidad de numerosos abastecimientos y equipamientos. El crecimiento urbano genera un consumo creciente de agua, energía y otros recursos que exigen costosas inversiones y hacen necesario promover el ahorro. La ordenación del tráfico y el transporte, las grandes ciudades padecen problemas de tráfico causado por la necesidad de abastecimiento y por los desplazamientos residencia-trabajo, que ocasionan atascos y problemas de aparcamiento. Para afrontarlos se crean vías de circunvalación, grandes extensiones de estacionamiento y se potencia el transporte colectivo.
En segundo lugar problemas económicos. Estos se deben a la excesiva terciarización de las actividades urbanas. Los objetivos son evitar o retrasar la desaparición de las actividades agrarias del entorno urbano.
En tercer lugar los problemas sociales, son los más frecuentes en las grandes ciudades. Los individuos están más expuestos al estrés , al aislamiento, al desempleo y al desarraigo. Entre ellos destaca la delincuencia, la marginación social, prostitución o alcoholismo y la falta de integración o convivencia con algunos grupos de inmigrantes. Para atajar estos problemas se llevan acabo problemas de prevención, dirigidas especialmente a la juventud, y se planifican medidas destinadas a favorecer la integración de los inmigrantes.


Y finalmente los problemas medioambientales. La existencia de un microclima urbano caracterizado por temperaturas y precipitaciones más altas que las del campo circundante. La ciudad es un foco calorífico, ocasionado por el tráfico, las calefacciones y la industria, que se acentúan porque los materiales de construcción urbanos retienen más calor y las paredes verticales de los edificios reflejan la radiación solar del suelo. Las precipitaciones también son superiores, pues el calor refuerza el ascenso del aire y las partículas de polvo favorecen su condensación, aunque el resultado es poco efectivo, pues el agua desaparece enseguida por los sumideros. La contaminación atmosférica  debida al tráfico y a las calefacciones crea una campana de polvo y humo que afecta a la salud, a las plantas y a los edificios. Frente a este problema se fomentan el transporte colectivo y el ahorro energético.


Los altos niveles de ruido provocan insomnio y sordera. Actualmente, casi todos los ayuntamientos toman medidas, como la ordenación del tráfico y la regulación de los establecimientos ruidosos.
La producción y eliminación de residuos genera también problemas. Las aguas fecales urbanas, en algunos casos, sólo reciben una depuración parcial antes de ser vertidas a los ríos o al mar, por lo que es necesario crear instalaciones de depuración integral. Además las ciudades producen un elevado volumen de residuos sólidos, como basura y desechos industriales , que se entierran o queman en basureros, provocando a veces un grave impacto ambiental. Para mitigar este problema se fomenta la producción, la recuperación y el reciclaje de los residuos.
La desaparición de espacios verdes del interior del entorno urbano aumenta la congestión de las ciudades. Para solucionarlo, se remoldean espacios urbanos instalando en ellos plazas y jardines, y se crean espacios protegidos en el entorno urbano.

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