sábado, 29 de octubre de 2016

El origen del lenguaje

Históricamente se han desarrollado numerosas hipótesis sobre el origen del lenguaje. Existen explicaciones tanto de tipo mitológico como científico, pero ninguna de ellas resulta suficientemente convincente.

Génesis, capítulo 11

Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y dijo: “Si esta es la primera obra que realizan, nada de lo que se propongan hacer les resultará imposible, mientras formen un solo pueblo y todos hablen la misma lengua. Bajemos entonces, y una vez allí, confundamos su lengua, para que ya no se entiendan unos a otros”. 

Así el Señor los dispersó de aquel lugar, diseminándolos por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. Por eso se llamó Babel: allí, en efecto, el Señor confundió la lengua de los hombres y los dispersó por toda la tierra.




En cuanto al origen del lenguaje, en Génesis primer libro de la Biblia, Dios hace al hombre a su imagen y semejanza, dándole con esto también la palabra, pues Dios creó precisamente todo lo que existe mediante ella. También expone que es Adán, el primer hombre sobre la tierra, quien le da a todos los animales el nombre.

En la tradición judeo-cristiana y en la cultura de la Antigua Grecia se explica el origen del lenguaje como un regalo divino. Uno de los aspectos cruciales que preocupaba a los creyentes en tales mitos y narraciones consistía en averiguar cuál era la lengua originaria que había surgido directamente de las manos de la divinidad.
Para saberlo, se ideó un experimento cruel e inmoral: ofrecer a unos recién nacidos todos los cuidados posibles, pero impedir que se hablara a su alrededor. De este modo, se creía que el recién nacido empezaría a hablar espontáneamente la lengua primigenia. El resultado fue un fracaso, los bebés no adquirían ningún lenguaje, no desarrollaban sus facultades mentales e incluso acababan pareciendo.
Una de las primeas hipótesis científicas sobre el origen del lenguaje apunta a los sonidos naturales. Según esta hipótesis, el ser humano habría empezado imitando sonidos naturales, como por ejemplo, el sonido de los pájaros. Dichos sonidos habrían servido en un principio para denominar a dichos animales, y a partir de esta semilla inicial se habría desarrollado el resto de palabras. En todos los lenguajes existen palabras que imitan sonidos naturales (onomatopeyas), pero parece arriesgado aventurar que el lenguaje ha nacido a partir del sonido que emitimos al hacer un esfuerzo o bien de las exclamaciones realizadas al emitir emociones.
Una teoría  propuesta en 2002 por Michael Corballis se refiere a que el origen del lenguaje fue gestual. Esta teoría se apoya en los siguientes argumentos:
a) Los chimpancés o los bonobos emplean signos para comunicarse.
b) Si los antepasados humanos no se hubieran comunicado mediante gestos, sería muy difícil explicar cómo es posible que tengamos la capacidad para usar un lenguaje gestual.
c) Mientras que el habla requiere adaptaciones anatómicas que irrumpieron hace unos cien mil años, las áreas del cerebro dedicadas al lenguaje surgieron hace dos millones de años. Esto apunta a que los gestos fueron anteriores al habla. Estos argumentos no han convencido a la mayoría de científicos.
Otra teoría muy ingeniosa para explicar el origen del lenguaje fue propuesta por Ian Tattersal en 2002. Este autor está convencido de que las capacidades lingüísticas del cerebro emergieron para desarrollar otras  funciones diferentes de las que finalmente acabaron desempeñando: "Las primeras lenguas podrían haber sido inventadas, no por los adultos, sino por los niños en el curso de sus juegos. Una vez introducido el juego de dar nombres a las cosas y combinarlos de mil maneras, su utilidad fue clara y se extendió por todo el grupo social y entre los diversos grupos".

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